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jueves, 26 de noviembre de 2009

La ridiculez del precio que valida las elecciones

Ridículo.
Con eso debo resumir lo que la ministra Gabriela dijo sobre la tremenda inversión que incurrirá para estas elecciones generales de nuestra querida Honduras.

Dijo: "670 millones de lempiras, es el costo por tener unas elecciones seguras".
Y bien, ¿de qué seguridad hablan estos señores?, si no tenemos guerra, ni pandilleros que amenacen las elecciones, ni un Zelaya pistolero, ni un Chávez de metiche en nuestro país.

Igual de bajos, los comentarios que hacen los supuestos profesionales periodistas, ¿cómo es posible que no sean imparciales?, es caótico, tanta gente en una mentalidad no patriota, sino basada en un interés monetario, personal o de rencor contra un grupo, contra un Zelaya que pudo perpetuarse, pero que igual no lo lograría, porque el pueblo no es tonto.

El precio de la seguridad, que compraron máquinas automáticas y otras a control remoto, para monitorear y sobre todo, para ANIQUILAR a todo aquel de la resistencia que muestre actitudes contra los eventos de las elecciones.

¿Cómo se puede admitir que aquí estamos seguros en Honduras?, si los payasos del circo son asesinos fríos, inhumanos... y juzgaron a un loco sombrerudo que no logró ninguna intención socialista, sino muchas metas que benficiaron al mismo pueblo, por lo cual la empresa privada, en represalia, se manifestaron en contra y forman parte del grupo denominado como GOLPISTAS.

No puede ser parcial el gobierno de facto, no puede ser parcial y político el ente representativo de la seguridad en nuestro país, las Fuerzas Armadas demuestran su deseo por apoderarse de un país pequeño como el nuestro, porque no tienen el sentimiento morazanista, sino una ambición traicionera a la patria.

No estamos para juzgarnos unos a otros, sino para buscar soluciones a las crisis: Económica, social y política en Honduras.
Pero bien, los honorables payasos que se congregan como parte de los tres poderes del Estado, admiten que para Honduras, salir de la crisis económica, implica malgastar millones de lempiras, y consecuentemente, sin ellos mencionarlo, adquirir nuevas deudas que a futuro, el nuevo "supuesto" presidente electo, tendrá que afrontar.

La paz de un pueblo tiene un precio, y no es monetario, es ético, es moral, es patriótico, es humano. Estos cirqueros no saben de esos valores, porque pasaron de hondureños a otra cosa, pasaron a ser monigotes monopolistas y capitalistas que buscan la gloria en el dinero y la fama, y no en el amor patriótico.

Cómo se atreven a querer verle la cara de tontos a mi pueblo... políticos sin ética, sinvergüenzas que no aman la patria, sino su propia vanagloria.

Por XatruchMorazán

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